Reforestamos el río Piura con más de 200 plantones
En un esfuerzo por mitigar el cambio climático y prevenir futuras inundaciones, la empresa Agronegocios San Miguel Arcángel ha lanzado el ambicioso proyecto ‘Siembra un árbol’, que tiene como objetivo plantar 5 mil árboles en Chulucanas. Esta iniciativa no solo busca restaurar el ecosistema local, sino también involucrar a la comunidad en un esfuerzo colectivo por proteger el medio ambiente y asegurar un futuro más sostenible para todos.
Hasta la fecha, se han sembrado más de mil árboles, incluyendo especies como nim, guaba, mango, acacia y algarrobo. Estos árboles, elegidos por su capacidad para adaptarse a la región y su contribución a la biodiversidad, están destinados a mejorar la calidad del aire y la salud del suelo, además de proporcionar sombra y hábitat para diversas especies. En particular, 500 de estos árboles han sido plantados en la ribera del río Piura, en la zona de Vicús, donde su presencia será crucial para prevenir la erosión y reducir el riesgo de inundaciones en épocas de lluvias intensas.
La comunidad de Chulucanas ha respondido positivamente a esta iniciativa, con muchos residentes participando activamente en las jornadas de siembra. Carmen Cobeñas, una trabajadora que se unió al proyecto, expresó su entusiasmo: “Ver cómo crecen los árboles es una esperanza para nosotros. Sabemos que estamos haciendo algo bueno por nuestra tierra y por las generaciones futuras”. Esta conexión con la naturaleza no solo fortalece el vínculo comunitario, sino que también fomenta una mayor conciencia ambiental entre los habitantes de la zona.
El proyecto ‘Siembra un árbol’ es un paso importante para Agronegocios San Miguel Arcángel, que reafirma su compromiso con la sostenibilidad y la responsabilidad social. A medida que los árboles crecen y se desarrollan, también lo hará el sentido de pertenencia y cuidado de la comunidad por su entorno. En un momento en que el cambio climático representa un desafío inminente, iniciativas como esta ofrecen una luz de esperanza y un recordatorio de que, unidos, podemos marcar la diferencia.